Fuente: Economista, Opinión, Maribel Ramírez Coronel

El laboratorio mexicano Liomont a sus 85 años que está cumpliendo anda realmente muy activo. Tuvo a su cargo el envasado de la vacuna anticovid de AstraZeneca en plena pandemia, un desafío tecnológico que le permitió demostrar que está al nivel de las más altas exigencias regulatorias del mundo y participar en una colaboración interinstitucional e internacional histórica. Ese esfuerzo, si recordamos, fue iniciativa de la Fundación Slim que buscó e identificó capacidad en la región para producir localmente la vacuna; sumó esfuerzos de la farmacéutica británica que traía la primera vacuna anticovid desarrollada por la Universidad de Oxford y encontró colaboración con laboratorios argentinos y el mexicano Liomont. Su director general Alfredo Rimoch nos comparte sobre ese gran desafío que mantuvo la presión por 5 meses preparando todo para recibir la transferencia de tecnología -lo cual en situación normal lleva un par de años- y fabricar lo que al final fueron 100 millones de dosis repartidas por AstraZéneca en distintos países de América Latina, y por Birmex en México.