Fuente: Reforma, Opinión, Manuel J. Jáuregui
Este Gobierno recién canceló las normas de salud argumentando «que la gente ni sabe», que el tema no es importante y que discutirlo sólo sirve para beneficiar a «malandrines». La salud de la población y las normas MÍNIMAS que la rigen, a las que deben apegarse las instituciones gubernamentales (como el IMSS) en el tratamiento de padecimientos graves como el cáncer, distan mucho de ser temas inconsecuentes. Al contrario, resultan de suma importancia, pues las normas canceladas establecen un PISO de tratamiento mínimo que deben proveerles a los pacientes las instituciones de salud, públicas o privadas, de acuerdo con el padecimiento. Vemos con enorme suspicacia el que sin decir ni «¡agua va!» el señor López-Gatell haya decidido, por sus pistolas, cancelar 35 Normas Oficiales Mexicanas. Más aún, cuando el Emir en funciones rehúsa discutir el tema, afirmando que «no es importante».