Fuente: SDP Noticias, Opinión, Salvador Cosío Gaona
El mote de “doctor muerte” para Hugo López-Gatell ya ha quedado bastante diminuto frente a la maldad, crueldad y malignidad con que se ha desempeñado en su calidad de subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, siendo que su gestión se ha caracterizado justamente por la muerte; miles de ellas derivadas de sus perversas decisiones, de sus deficientes estrategias, de su incapacidad, de su negligencia, pero principalmente de su necesidad de quedar bien con el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien a final de cuentas es quien gira las instrucciones y ordena lo que se debe hacer. Lo anterior, a propósito de que Hugo López-Gatell, no conforme con su negligente y criminal actuación frente a la pandemia por COVID-19 en la que siendo él designado por el presidente de la República para diseñar y poner en marcha las estrategias para combatir la devastadora peste que dejó alrededor de un millón de muertes, ahora habrá que sumar a su lista de gravísimos ultrajes, la decisión de provocar el enorme desabasto de medicamentos psiquiátricos que ha provocado más decesos por suicidios y descomunales daños a pacientes que sin sus tratamientos se encuentran en grave peligro de muerte.