Fuente: Economista, Opinión, José Luis Cárdenas T.
La salud es un recurso invaluable para la sociedad, por lo que su cuidado es una preocupación de interés global. En el ámbito de la atención médica, dos enfoques principales compiten por su relevancia: la salud preventiva y la salud curativa. Ambas desempeñan un papel esencial en el bienestar general, pero su impacto sanitario y económico difiere significativamente, especialmente si consideramos la eficiencia del gasto en salud. La salud preventiva se centra en anticipar y prevenir enfermedades y lesiones antes de que ocurran. A través de campañas de vacunación, controles médicos regulares, educación sobre hábitos saludables y promoción de un estilo de vida activo, la prevención busca reducir el riesgo de enfermedades crónicas y afecciones graves. Cuando se implementa de manera efectiva, la salud preventiva puede conducir a una disminución de la incidencia de enfermedades y, en última instancia, a una población más sana y productiva. Las campañas de vacunación, llevadas a cabo en los diversos países, son el ejemplo más clásico de salud preventiva.