Fuente: Tiempo de Monclova, Noticias

La insuficiencia cardiaca y la obesidad son dos problemas de salud importantes que a menudo coexisten, y ambos están asociados a una elevada morbimortalidad. En este binomio, la obesidad juega un papel triple: es un factor causal de la insuficiencia cardiaca, supone una de sus principales comorbilidades y, además, constituye una limitación para ciertas opciones de tratamiento. Estos y más datos fueron comentados en la mesa “Personas con obesidad, personas con gran corazón”, organizada dentro del 64.º Congreso de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN). En este foro, la Dra. Sonia Mirabet, presidenta electa de la Asociación de Insuficiencia Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y directora de la Unidad de Insuficiencia Cardiaca del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, de Barcelona, centró su intervención en el peso y la insuficiencia cardiaca. Se sabe que existe una relación exponencial entre la mortalidad por insuficiencia cardiaca y el índice de masa corporal (IMC), “pero además de ser un factor causal, la obesidad también supone una de las comorbilidades no cardiovasculares de esta patología (por ejemplo, como factor de riesgo de hipertensión arterial). De hecho, los datos indican que representa en torno a 15% de las comorbilidades asociadas a la insuficiencia cardiaca”, señaló la experta.