Fuente: Correo de Guanajuato, Nacional
El COVID-19 vuelve a acaparar la atención global con el surgimiento de una nueva variante preocupante, la KP.3, dentro del grupo conocido como FLiRT, caracterizado por mutaciones que desafían los esfuerzos de control epidemiológico. Esta nueva cepa presenta un incremento del 20% en la capacidad de contagio respecto a su antecesora más común, la JN.1, lo que ha generado inquietud entre las autoridades sanitarias. El repunte reciente de casos se atribuye en parte al aumento de interacciones sociales tras un periodo de aparente estabilidad. Sin embargo, la presencia de la KP.3 ha exacerbado la situación, justo antes de la confluencia de dos eventos masivos este verano: la Eurocopa de fútbol y los Juegos Olímpicos de París. Estos encuentros multitudinarios, junto con las altas temperaturas estivales que favorecen la propagación viral, son considerados factores críticos para el aumento de contagios. Además, un estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) ha revelado la presencia significativa del virus en aguas residuales en diversas zonas de Estados Unidos, un indicativo preocupante de la propagación comunitaria. Este hallazgo subraya la necesidad de medidas preventivas rigurosas y vigilancia continua a nivel global.