Economista, Artes e Ideas, Adrián Villalba Felipe
Factores genéticos, ambientales y de estilo de vida han disparado la incidencia de las enfermedades metabólicas, consideradas por muchos como la pandemia del siglo XXI. Estas patologías afectan al funcionamiento del metabolismo, el conjunto de procesos encargado de transformar los nutrientes en energía. Entre las más conocidas y extendidas se encuentra la diabetes, que se manifiesta de diversas formas. La de tipo 1 se produce cuando el sistema inmunitario ataca las células beta del páncreas, que son las responsables de producir insulina. Sin insulina, el cuerpo no puede usar el azúcar como fuente de energía, lo que obliga a los pacientes a abastecerse externamente de esta hormona clave de por vida. Pero acaba de abrirse una nueva ventana de esperanza en la lucha contra la diabetes tipo 1: recientemente, un trasplante ha permitido a una paciente volver a producir su propia insulina. Los autores del avance son científicos de la Universidad de Nankai, en China. Como han publicado en la revista Cell, primero obtuvieron células de la grasa, específicamente adipocitos, de una mujer de 25 años con diabetes tipo 1. A continuación, las convirtieron mediante un proceso de reprogramación celular en células madre pluripotentes inducidas (iPSC); es decir, capaces de transformarse en cualquier tipo de célula. A partir de estas iPSC, los científicos chinos generaron células beta productoras de insulina y, finalmente, las trasplantaron al músculo del abdomen de la paciente.