Fuente: Heraldo de México, Opinión, Gustavo Merino Juárez
La salud es demasiado importante para dejarla solamente en manos de los médicos. La salud está relacionada no solo con el acceso a soluciones técnicas, sino con la naturaleza de la sociedad. Rosa es una niña que vive en Acapulco, por lo que su esperanza de vida es de 74.9 años. La de Isabel, de la misma edad pero en Toluca, es casi cinco años mayor. Las mujeres viven más años que los hombres y la esperanza de vida para José, hermano de Isabel, es 5 años menor que la de ella, pero once años mayor que la de Nacho el hermano de Rosa, de solo 63 años (datos 2012-2016). La esperanza de vida refleja el estado general de salud de las poblaciones. Su valor, cambios en el tiempo y las diferencias entre regiones y grupos nos dice mucho sobre la eficacia y cobertura de los servicios de salud, pero también es reflejo de las condiciones de vida en las comunidades y países. Las desigualdades en cobertura y calidad de los servicios de salud son amplias. Las hay entre regiones y entre zonas urbanas y rurales; por ingreso de las personas o por el gasto y cobertura de la institución de salud en cuestión; así como por acceso a la seguridad social, entre otras.