Fuente: Verdad Noticias, Salud
Hasta hace un par de años, miles de personas fallecían en los hospitales de México debido a los efectos devastadores de la variante original del COVID-19 importada desde Wuhan. En medio de la desesperación, varias compañías farmacéuticas lograron desarrollar las primeras vacunas, ofreciendo una luz de esperanza a esta crisis global. El Gobierno Federal adquirió estas vacunas, lo que contribuyó a reducir las tasas de mortalidad. Pero la esperanza duró, ya que el virus mutó su ADN, fortaleciéndose en la población y dando lugar a una variante conocida como ómicron. Muy pocos países lograron obtener las vacunas bivalentes desarrolladas por las farmacéuticas Pfizer y Moderna, que protegían tanto de la variante original como ómicron, lamentablemente, México no fue uno de ellos. En la actualidad, el virus sigue evolucionando constantemente y produciendo nuevas variantes, como la XBB, que representa una amenaza latente de resurgir con mayor fuerza. Mientras tanto, México aún no dispone de vacunas actualizadas y no ha dado prioridad a este asunto.