Fuente: Financiero, Opinión, Jorge Arturo Castillo
Hace 23 años nació una organización que se convertiría en un faro de esperanza para miles de mujeres en México: la Fundación de Cáncer de Mama (FUCAM). Desde su fundación, en el año 2000, por el doctor Fernando Guisa Hohenstein, esta institución ha demostrado una visión única y un compromiso inquebrantable en su lucha contra el cáncer de mama. El camino hacia el éxito no fue fácil para FUCAM, pero su determinación y perseverancia le permitieron superar obstáculos y desafíos. Cuando dejaron de recibir recursos del extinto Seguro Popular, muchos podrían haber pensado que la fundación no sobreviviría, pero la fundación demostró su resiliencia y continuó ayudando a sus pacientes de manera incansable. Con el lema “Hacer del cáncer de mama una enfermedad del pasado”, el doctor Guisa lideró el camino y forjó un impacto significativo en la vida de innumerables mujeres. Recuerdo con gratitud el privilegio de haber conocido y entrevistado al doctor Guisa por primera vez hace 13 años, cuando FUCAM cumplía su primera década. Su enérgica pasión, profesionalismo y don de gentes me dejaron una impresión duradera.