Fuente: Universal, Ciencia y Salud, Berenice González Durand
“Imaginemos que tenemos un delincuente de 30 años y la única pista para reconocerlo es una foto de cuando tenía seis años”. Así describe el doctor Alejandro Sánchez del Instituto de Biotecnología de la UNAM los recursos no actualizados de la vacuna Abdala para luchar contra el Covid-19. Explica que esta vacuna cubana funciona mediante la tecnología de proteína recombinante. Esto quiere decir que entrena al sistema inmune para bloquear al virus, sintetizando su proteína en otro modelo (puede ser levadura o algún otro organismo). Se extrae un fragmento de esta proteína y se monta en una partícula que viene en la vacuna y se inyecta. “La información ya está directamente sobre esta ‘bolita’ con proteínas que el sistema inmune reconoce. Es una tecnología probada, pero el problema de esta vacuna es que su información es vieja”, puntualiza. El jefe de la Unidad Universitaria de Secuenciación Masiva y Bioinformática explica que la información es del virus de Wuhan, el cual no existe desde hace prácticamente cuatro años. “De hecho, cuando el Covid-19 llegó a México, ya ni siquiera era el mismo virus.