Fuente: Vanguardia, Noticias
Las cardiopatías, la diabetes y las enfermedades renales figuran entre las enfermedades crónicas más frecuentes en Estados Unidos, y todas ellas están estrechamente relacionadas. Los adultos con diabetes tienen el doble de probabilidades de sufrir una cardiopatía o un accidente cerebrovascular que quienes no la padecen. Los diabéticos de tipo 1 y 2 también corren el riesgo de padecer enfermedades renales. Y cuando los riñones no funcionan bien, el corazón de una persona tiene que esforzarse aún más para bombearle sangre, lo que puede desembocar en una cardiopatía. Las tres enfermedades se superponen tanto que el año pasado la Asociación Estadounidense del Corazón acuñó el término síndrome cardiovascular-renal-metabólico (CRM) para describir a los pacientes que padecen dos o más de estas enfermedades, o corren el riesgo de desarrollarlas. Un nuevo estudio sugiere que casi el 90 por ciento de los adultos estadounidenses muestran ya algunos signos precoces de estas afecciones relacionadas. Aunque solo el 15 por ciento de los estadounidenses cumple los criterios de los estadios avanzados del síndrome CRM, lo que significa que se les ha diagnosticado diabetes, cardiopatía o nefropatía, o que corren un alto riesgo de padecerlas, las cifras siguen siendo “astronómicamente más altas de lo esperado”, dijo Rahul Aggarwal, cardiólogo del Brigham and Women’s Hospital de Boston y coautor del estudio.