Fuente: Diario del Yaqui, Noticias, César Omar Leyva
Impulsada en tiempos de pandemia por COVID-19, la telemedicina llegó para quedarse como una opción para llevar servicios de salud por medios digitales principalmente a comunidades alejadas de los grandes hospitales o hasta donde médicos especialistas difícilmente pueden llegar. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la telemedicina es ahora una herramienta clave para mejorar el acceso a la atención médica, sobre todo en áreas rurales o con recursos limitados. Según un informe de McKinsey & Company publicado en 2023, el uso de la telemedicina ha crecido un 38 por ciento desde 2020, y se espera que esta cifra continúe en aumento. Una de las principales ventajas de la telemedicina es el acceso más rápido a especialistas. Anteriormente, los pacientes en áreas rurales o desatendidas debían viajar largas distancias para recibir atención médica. Estas zonas rurales, que no son pocas, son en realidad el enorme reto que tiene por delante la telemedicina. Es necesario que se supere la brecha tecnológica existente entre las comunidades más avanzadas y las comunidades rurales, o desatendidas, sin los servicios mínimos necesarios. Otro beneficio importante es la reducción de costos. Un estudio de JAMA Network señala que las consultas por telemedicina son, en promedio, un 15% más económicas que las consultas tradicionales. Esto se debe a la eliminación de gastos de transporte, tiempo de desplazamiento y otros costos asociados.