Fuente: Crónica, Salud, Diego Aldair Araiza Arellano
En la actividad médica es necesario tomar múltiples decisiones sobre el tratamiento adecuado para cada uno de los pacientes. Los médicos se encargan de realizar un estudio clínico en el que se toman en cuenta factores como antecedentes, signos y síntomas. La recopilación de esta información es el primer paso para elaborar un plan de acción, pues, a pesar de que esta es una práctica común no hay un consenso sobre una unívoca forma de qué hacer con el paciente. Si bien hay una serie de pasos a seguir, los momentos más relevantes al tomar esta decisión recaen en la discusión de un equipo integrado por diversos médicos, por lo que es una práctica en la que se ejercita el conocimiento, la lógica y la retórica. Con la llegada de la Inteligencia Artificial dentro de las prácticas humanas, la pregunta por el papel que tendrá en el ámbito médico se hace cada vez más recurrente. Para algunos la Inteligencia Artificial es una importante herramienta auxiliar; sin embargo, la discusión que ha causado más ruido en los últimos años radica en la posibilidad de que la Inteligencia Artificial pueda realizar la tarea de decidir el tratamiento que debe recibir un paciente.