Fuente: Saludiario, Noticias
México enfrenta desafíos significativos en el ámbito de la salud mundial, ubicándose en un nivel intermedio en comparación con otros países. A pesar de los esfuerzos realizados en las últimas décadas para mejorar los indicadores de salud, aún persisten problemas importantes que afectan la calidad y accesibilidad de los servicios de salud para la población. En el Índice de Desempeño del Sistema de Salud, México se encuentra por debajo de muchos países desarrollados y algunos en vías de desarrollo. Factores como la prevalencia de enfermedades crónicas, la falta de acceso equitativo a servicios de salud y la calidad variable de la atención médica contribuyen a esta clasificación. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), México presenta una alta incidencia de enfermedades no transmisibles, como la diabetes y la hipertensión, que son las principales causas de mortalidad en el país. La obesidad es otro problema crítico en México, con una de las tasas más altas a nivel mundial. Esto no solo impacta negativamente la salud individual, sino que también aumenta la carga sobre el sistema de salud pública. La obesidad está estrechamente relacionada con enfermedades como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer, lo que subraya la necesidad de políticas de salud pública más efectivas y campañas de prevención.