Fuente: Financiero, Mundo
Aquellos que creían que el COVID-19 había terminado están equivocados, pues los gobiernos de todo el sudeste de Asia han comenzado a restablecer medidas para limitar un rápido resurgimiento de infecciones respiratorias provocadas por la variante JN.1, un sublinaje de BA.2.86. Las medidas incluyen la instalación de escáneres de temperatura en los aeropuertos y alentar a las personas a usar máscaras nuevamente con el objetivo de frenar la propagación de una variedad de gérmenes, que una confluencia de Covid, gripe y otros patógenos respiratorios puede provocar brotes más amplios que podrían sobrecargar los sistemas de salud. Pero puede ser un proceso tenso, pues la población está consciente del riesgo que representa el regreso de las medidas severas que se implementaron en Asia al comienzo de la pandemia, en 2020, y que duraron mucho más que en otras partes del mundo. Los signos de esa tensión surgieron a principios de esta semana, cuando el viceprimer ministro de Singapur, Lawrence Wong, publicó en Facebook que había “información errónea circulando en varias redes de que el gobierno está buscando restablecer un disyuntor”. “Todo esto son falsedades”, dijo.