Unomásuno, Noticias, Karina A. Rocha Priego
Un tema que siempre ha sido importante pero que hoy se vuelve más que relevante, tiene que ver con el cuadro básico de vacunación para los infantes, así como la reaparición de algunas enfermedades que se presumía estaban erradicadas, así como nuevas enfermedades que se están volviendo altamente peligrosas para la población en general. Recordemos que de 2018 a 2023, al menos 6 millones de infantes se quedaron sin vacunas, gracias a que el gobierno no compró los biológicos requeridos o no lo hizo a tiempo. Imagínese usted, querido lector, que lo anterior se debió a la supuesta «austeridad» que implementaba aquella administración, así como el «combate» a la corrupción, importándoles menos que nada la salud de la niñez mexicana. Supuestamente, con esa práctica, el Gobierno Federal tendría un ahorro importante -sin importar la muerte de los niños-, lo cual no sucedió, toda vez que la pasada administración gastó -según los últimos reportes- 24 % más en la compra de vacunas, nada más en 2019, pero comprando menos dosis, lo que derivó en la desprotección contra enfermedades tales como hepatitis B, tétanos, difteria, rotavirus, neumococo, sarampión y tos ferina, todas prevenibles con la vacunación. Nada más imagínese usted que, en 2018, por ejemplo, 575 mil niños no fueron vacunados, pero en 2019 sumaron 2.6 millones, un aumento de 352% al comparar ambos años, mientras que, en 2020 se llegó a 3.4 millones de niños desprotegidos.