Fuente: Excelsior, Opinión, Juan Carlos Sánchez Magallán
Según el Inegi, de los más de 126 millones de habitantes de México, 73.5%, es decir 92 millones 582 mil 812 personas, están afiliadas a servicios de salud. De éstos, 97.7% están afiliados a algún servicio público, mientras que 2.3% restante a seguros o servicios privados. Esto significa que hay alrededor de 33 millones de personas que no tienen acceso a ningún servicio de salud, ya sea público o privado. Los principales desafíos que enfrenta el sistema de salud mexicano son: la inequidad en el acceso a los servicios de salud que viven las poblaciones más vulnerables y marginadas. La falta de infraestructura y personal médico calificado, que limita la capacidad de respuesta y la calidad de la atención. La alta prevalencia de enfermedades no transmisibles, como la diabetes, el cáncer y las enfermedades cardiovasculares, que representan una carga económica y social para el país. Sigue ausente un modelo de salud que garantice el derecho a la atención de todos los mexicanos mediante un sistema universal, eficiente, inclusivo y sostenible.