Fuente: Heraldo de México, Opinión, Rogelio Varela
Ya le he comentado que desde Palacio Nacional se ha solicitado a diversas instancias revisar las compras en el ISSSTE ante la sospecha que habría concursos con clara dedicatoria. Por lo pronto, en la reciente licitación para adquirir casi 60 mil equipos de cómputo de escritorio, portátiles y algunos periféricos, la dirección de administración del Instituto de Salud y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), a cargo de Almendra Ortíz, intenta asignar un contrato multianual hasta por 872.6 millones de pesos a Mainbit, de José Antonio Sánchez, violentando la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público. Se trata de uno de los proveedores favoritos de cómputo durante las administraciones de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. La señal es que Mainbit se alzará como ganador ante los reclamos que se trata de un proceso amañado, pese a ofrecer equipos con especificaciones diferentes a las registradas en el Contrato Marco, lo cual puede afectar a una entidad que da servicio a 14 millones de derechohabientes.