Fuente: NY Times, Noticias, Apoorva Mandavilli
La mayoría de los estadounidenses han recibido una o más vacunas contra la influenza y la COVID-19. En este año, lo nuevo son las primeras vacunas para proteger a los adultos mayores del virus respiratorio sincitial (VRS, por su sigla en inglés), una amenaza menos conocida cuyo saldo en términos de hospitalizaciones y muertes puede competir con el de la influenza. Las autoridades de salud a nivel federal esperan que el uso generalizado de estas tres vacunas detenga otra “triple pandemia” de enfermedades respiratorias como la que vimos el invierno pasado. Para las personas que cuentan con seguro médico, todas estas vacunas deben estar disponibles de manera gratuita. “Esto en sí es una sobreabundancia de riquezas”, señaló Ofer Levy, director del programa de vacunas de precisión en el Hospital Infantil de Boston y asesor de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés).